La numerología ha sido objeto de debate durante siglos, generando inquietudes y polémicas sobre si se trata de una ciencia legítima o simplemente un fenómeno esotérico.
Ya saben que me gusta analizar las cosas desde el punto de vista científico, porque soy Lic. en química de formación, y desde el punto de vista espiritual, pues me considero una persona muy centrada en el desarrollo de la conciencia y las emociones, por vocación.
Por ello, en el episodio del podcast de esta semana, comentamos este tema. Puedes seguir leyendo esta entrada o verlo desde mi canal de youtube:
Comencemos por el principio…
¿Sabemos realmente qué es la Numerología y para qué nos sirve?
La Numerología es una creencia o práctica que atribuye significados especiales a los números y sus combinaciones. Se basa en la idea de que los números pueden tener influencias y vibraciones específicas en la vida de las personas, y se utiliza para interpretar eventos, personalidades y situaciones.
Aunque algunas personas la consideran una forma de esoterismo, otros la ven como una herramienta para obtener comprensión y orientación en diferentes aspectos de la vida.
Y aunque existen muchos tipos de Numerología: la Pitagórica, la Chaldeana, la China, la Tibetana, la Cabalística, la Védica, la Tántrica… la mayoría fueron desarrolladas por culturas ancestrales y tienen el común denominador de darnos información sobre quiénes somos y cómo podríamos llegar a ser una mejor versión de nosotros mismos.
¿Por qué?
Porque todo en el universo es energía que vibra a una determinada frecuencia y que está estructurada de distintas maneras. Y los números también tienen una energía, un significado que los diferencian unos de otros. Por esto, desde tiempos remotos, el ser humano ha buscado descubrir este orden y ha buscado entender la creación.
Entonces es natural que nos preguntemos:
¿La Numerología es ciencia o es esoterismo?
Aquellos que respaldan su estatus como ciencia a menudo señalan la presencia de patrones numéricos en la naturaleza y en la estructura fundamental del cosmos. Argumentan que los números no son simplemente herramientas matemáticas, sino que también poseen significados intrínsecos que pueden revelar información valiosa sobre la realidad.
Y cuando descubres que existen números capaces de explicar matemáticamente todo el Universo, como la llamada sucesión de Fibonacci y la espiral Aúrea, que explican y revelan los patrones de la naturaleza tales como la disposición de las hojas de los árboles, o predice la forma de los huracanes, el caparazón de algunos moluscos como el nautilo, la forma de las galaxias y los agujeros negros… Te das cuenta de que el Universo es matemático, y que la vida es una cifra.
Sin embargo, la falta de un marco teórico y metodológico sólido ha llevado a la numerología a ser desestimada por muchos como una pseudociencia. Porque no posee una base teórica sólida ni evidencia empírica como las matemáticas o la estadística.
Pero si civilizaciones antiguas como la egipcia, la griega, la china, la hindú, los mayas o los babilónicos la incorporaban en sus sistemas de creencias, en su astronomía, arquitectura y en sus decisiones cotidianas, yo no desestimaría el lenguaje de los números.
Después de todo, es una de las claves cósmicas que utiliza el Universo para enviarnos esa información que pasa percibida delante de nuestros ojos.
En mi novela Crónicas Cuánticas, los personajes aprenden de forma divertida y fantástica dentro de la historia, cómo los números pueden hablarnos y darnos señales mágicas, para orientar nuestro camino y resolver los enigmas y desafíos a los que se enfrentan Maryon y sus compañeros de aventura.