CÓMO GESTIONAR LA ADICCIÓN AL MÓVIL EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

¿Sabías que los niños y adolescentes pasan en promedio más de 7 horas al día usando dispositivos móviles? Este alto nivel de uso puede llevar a una adicción, lo que puede tener efectos negativos en la salud mental, emocional y física de nuestros hijos.

Además, la adicción al móvil puede afectar negativamente el rendimiento escolar, la calidad del sueño, las relaciones interpersonales y el bienestar emocional. Los niños y adolescentes que pasan demasiado tiempo en sus dispositivos móviles y otras pantallas, pueden perderse momentos importantes de la vida real, como la interacción con amigos y familiares, el aprendizaje y la exploración del mundo que les rodea.

Es importante que los padres tomen medidas para gestionar esta adicción. Que suele pasar desapercibida, puesto que el enganche a las pantallas nos parece insulso, ya que no se trata de una sustancia o una droga.

Pero hay maneras de evitarlo o corregirlo… Cómo gestionar la adicción al móvil en niños y adolescentes, es el objetivo de este episodio.

Recuerda que todos los jueves en el programa Espacio Abierto de Marcelino Hernández, en Xanadú Radio Tenerife, dedico un espacio para darte herramientas de crecimiento personal para niños y jóvenes. Aquí podrás leer el episodio transmitido durante el programa.

Pero si prefieres escucharlo, lo tienes en mi canal de Youtube:

Según un informe publicado por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), el 86% de los niños y adolescentes españoles de 6 a 16 años tienen acceso a un teléfono móvil.

De acuerdo con el mismo informe, el 77% de los niños y adolescentes utilizan internet a través de este dispositivo, y el 71% usan también las redes sociales. Porque además, el 73% de los niños y adolescentes entre 12 y 17 años tienen ya su propio smartphone.

Estas estadísticas, muestran que el uso de dispositivos móviles es muy común, y no es algo que nos sorprenda porque lo vemos a diario, pero es que además los niños y niñas los están utilizando cada vez a edades más tempranas. Por tanto, es importante que los padres estén conscientes de estas tendencias y tomen medidas para gestionar el uso de estos dispositivos, a fin de garantizar su bienestar emocional, mental y físico.

Y para que tomemos consciencia, les voy a mencionar algunos de los riesgos y consecuencias más importantes de la adicción al móvil:

  • Problemas de sueño: el uso excesivo del móvil puede alterar el ritmo circadiano y los ciclos de sueño y vigilia, lo que puede llevar a problemas de insomnio, cansancio y somnolencia durante el día.
  • Problemas de salud mental: puede contribuir a la ansiedad, la depresión y otros trastornos. También puede afectar negativamente las relaciones sociales y la autoestima de los niños y adolescentes.
  • Riesgos físicos: el uso excesivo del móvil puede llevar a sufrir de fatiga visual, dolor de cabeza, dolor de cuello y hombros, y problemas de postura.
  • Riesgos de adicción a internet, lo que puede afectar negativamente el rendimiento académico, el trabajo y las relaciones sociales.
  • Distracción, pues también se ve afectada la concentración y la capacidad de atención, lo que puede tener un impacto negativo en su rendimiento escolar y en su capacidad para realizar tareas diarias.
  • Riesgos de seguridad en línea, como la exposición a contenidos inapropiados, el acoso el contacto con extraños… Si quieren saber más sobre este tema, y sienten inquietud sobre el cyberbulling, el grooming o el sexting, que son algunos de los peligros que nuestros hijos pueden encontrarse en las redes, les invito a ver la entrevista que hace unas semanas realicé a la Dra. Natacha Coelho y que encontrarán colgada en mi canal de youtube, donde la Dra. Natacha nos dio proporcionó muchísima información al respecto.

Es importante que como padres seamos conscientes de estos riesgos y consecuencias y tomemos medidas. Limitar el tiempo de pantalla, establecer reglas claras sobre el uso del móvil, fomentar actividades al aire libre y enseñar habilidades de gestión del tiempo son algunas medidas que pueden ayudar a prevenir la adicción al móvil y sus consecuencias negativas.

Pero antes veamos cómo podemos identificar si tenemos en casa este tipo de adicción, que aunque puede ser difícil, ya que el uso del móvil es cada vez más común en la sociedad actual, y lo tenemos normalizado, hay algunos signos que pueden indicarnos que algo raro está ocurriendo. Recuerden que siempre pueden acudir a un profesional para identificar y resolver cualquier problema que se salga de vuestro control.

Cuando noten que su hijo o hija tiene dificultad para desconectarse del móvil, es decir, si pasa muchas horas al día enganchado, y además, presenta cambios en el comportamiento tales como irritabilidad, ansiedad, aislamiento social y problemas de concentración, puede que estemos frente a un caso de adicción.

De la misma manera, debemos estar atentos cuando descuidan sus actividades escolares, sociales o familiares debido al uso del móvil, presentan problemas de sueño, que les ocasionen cansancio y somnolencia durante el día. O la necesidad constante de estar conectado, incluso en situaciones inapropiadas.

Si notan que su hijo o hija presentan varios de estos signos, es importante que tomemos un momento para hablar con ellos, establecer límites claros sobre el tiempo de pantalla y fomentar actividades que no involucren la tecnología.

Por tanto, lo de establecer límites de tiempo es fundamental; proponer reglas claras sobre cuánto tiempo se puede usar el móvil cada día y cuándo es apropiado usarlo es de suma importancia. Incluso, podemos recurrir a la elaboración de un contrato.

Sí, un contrato señores y señoras… En internet existen diferentes modelos de contratos que pueden usar y adaptar al caso familiar, de modo que se establezcan los límites claros y también las sanciones si estas cláusulas no se cumplen. Aquí les dejo un ejemplo. Mi recomendación es que se firme el contrato entre ambas partes, padres e hijo/hija al momento de darle el móvil por primera vez. Pero si esto no se ha hecho, siempre podemos hacerlo y sentar las reglas por escrito. De esta manera, nuestros hijos tomarán este hecho como relevante y se preocuparán por cumplir las normas con más interés.

Ahora bien…

Para evitar que se desarrolle este tipo de adicción, además de poner reglas, podemos fomentar actividades fuera de la pantalla, como hacer deporte, arte, música, o actividades al aire libre.

Enseñar a los niños y adolescentes sobre los riesgos y consecuencias que hemos hablado, como la falta de sueño, la pérdida de la concentración, y la disminución de las habilidades sociales, también los puede hacer más conscientes. 

Podemos establecer una zona libre de móviles en casa, ya que es una buena idea… por ejemplo, la mesa del comedor sobre todo a la hora de comer, o prohibidos en la habitación a la hora de dormir. Esto no solo puede ayudar a limitar el tiempo de pantalla, sino que también contribuye a fomentar la comunicación y las interacciones familiares.

Por último, podemos valernos de aplicaciones y herramientas para limitar el tiempo de pantalla y lo que yo considero más importante: predicar con el ejemplo. Como padres y adultos conscientes debemos mostrarles a ellos cómo usar el móvil de manera responsable y moderada.

Muy bien…

Hasta ahora hemos visto los riesgos y consecuencias de mantener esta adicción, los signos más comunes y cómo podemos evitarla.

Se preguntará entonces… Si ya tenemos el problema en casa… ¿Qué hacemos?

Lo primero sería identificar los desencadenantes que han provocado el uso excesivo del móvil y encontrar formas de evitarlos o manejarlos de manera más efectiva.

Por ejemplo, un desencadenante puede ser cuando los niños y jóvenes sienten la necesidad de estar constantemente conectados con amigos a través de mensajes de texto y redes sociales. También puede ser muy común que se sientan presionados por su entorno, sus amigos y compañeros, para estar en línea y estar al día con las tendencias y acontecimientos sociales.

Entonces debemos obrar en consecuencia, supervisarlos y ayudarles a entender dónde están las prioridades y que siempre ese tipo de interacciones puede esperar.

Otro desencadenante puede ser el aburrimiento, sobre todo si no les estimulamos a que hagan otro tipo de actividades como la lectura, el deporte, el arte, etc.

Sin embargo, también debemos reflexionar que si como padres no supervisamos el uso de este dispositivo, no ponemos límites y restricciones… tenemos claro que las consecuencias no serán buenas.

Pregúntense ahora… ¿Supervisamos de manera suficiente y eficiente a nuestros hijos en lo que al uso del móvil se refiere? Están presentando estos signos de adicción que hemos hablado?

Si esto ya ha ocurrido, podemos establecer un plan de reducción gradual durante un período de tiempo, y lógicamente, fomentar actividades alternativas y positivas, como deportes, arte, música, o actividades al aire libre. Ya lo hemos comentado… Recuerden que el objetivo es la disminución del tiempo de pantalla.

Y finalmente, les sugiero buscar ayuda profesional si el problema se sale de vuestro control.

Espero que esta reflexión les valga para hacer los cambios justos y necesarios, y que la información aportada les ayude a manejar mejor el problema… Recuerden que siempre pueden contactar con un profesional y que este y muchos consejos más, pueden encontrarlos en mi blog, en mi canal de Youtube y en mis redes sociales.

Un abrazo.

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